La formalización de caracteres constructivos tipológicos es un proceso que se desarrolla y cambia con el trascurso de la historia, la aparición de nuevos materiales y técnicas constructivas. Los cambios formales son constantes.
La evolución de la Sociedad también influye en las diferentes personalidades arquitectónicas. La clave es que los edificios son la expresión de la época y la forma de vivir de la misma.
No sólo tienen derecho a la "ARQUITECTURA" los edificios de caracter institucional o de servicios. Nuestros edificios de viviendas no deben ser fortalezas (con "escaleras" hipotecarias inalcanzables) sino espacios de convivencia interior y exterior. Son lugares que nos protegen de los rigores exteriores pero que a la vez nos ayudan a disfrutar de la Naturaleza. Son “objetos” que invaden paisajes pero que también los crean.
Es responsabilidad de todos exigir “objetos” útiles pero bellos, organizados pero creativos, válidos pero eficientes. Respetuosos con la Naturaleza, con todos.
- La Arquitectura no es patrimonio de unos pocos privilegiados (profesionales y promotores) que hacen de ella un territorio privado de juego. Debe ser usufructo de todos y por tanto capital universal, del que todos nos debemos responsabilizar.